¡Yo también!
Recuerdo súper bien cuando acababa de empezar mi camino de alimentación saludable. Evitaba salir a comer a cualquier lado porque pensaba que no sería capaz de encontrar nada en los menús del restaurante que encajaría en mi estilo de vida sana. Si por fin me decidía a salir, pedía puras ensaladas, sin aderezo, sin queso, sin nada.
¡Qué triste! ¿no?
Estos consejos que te voy a dar, yo los sigo y los recomiendo a quien me los pide siempre.
Hay formas creativas de construir un plato principal súper saludable cuando salgas a comer. Trata de equilibrar tu plato para que la 1/2 sean verduras y luego 1/6 de tu plato es proteína magra, 1/6 son carbohidratos saludables y 1/6 es una opción de grasa saludable. Si estás tratando de perder peso, procura hacer 1/2 un plato de verduras, 1/4 de tu plato de proteína magra y 1/4 del plato de grasa sana. Evita las salsas extras y mantén tus comidas lo más frescas posible.
Trata de no llegar al restaurante hambriento. Es mucho más tentador ir por el pan o aperitivos poco saludables cuando tienes hambre. En lugar de pedir aperitivos fritos, opta por una ensalada, ceviche, carpaccio.
Si te mueres por el postre, opta por una opción a base de fruta como nieve o compota de manzana. Pide tu postre para compartir y solo prueba 3 cucharaditas. Puedes pedir un café expreso o americano negro sin leche, si no eres intolerante al café.
Realmente el limitar comidas, contar calorías, creer que la comida es el demonio, y tener mentalidad de dieta todo el tiempo, no me ha funcionado (ni a ninguna de mis pacientes), por lo que, trata de ser consciente de tus emociones, de tu relación con la comida, de amar y respetar a tu cuerpo. Si comes algo de lo que se supone no es tan sano, disfruta sin remordimientos y a la próxima, solo se consciente de cómo te hace sentir.
Con salud y cariño
Vero Villalobos
www.verovillalobos.com
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