Las acelgas, ricas en propiedades nutricionales y beneficios para la salud, son una excelente incorporación a cualquier huerto casero. Esta verdura de hojas verdes, versátil y fácil de cultivar, es una fuente invaluable de vitaminas, minerales y antioxidantes.
En esta guía completa, exploraremos las propiedades y beneficios de las acelgas, además de brindar consejos prácticos sobre cómo plantar, cultivar, cosechar y almacenar esta nutritiva verdura. Ya seas un agricultor urbano principiante o experimentado, descubrirás todo lo necesario para disfrutar de una cosecha abundante de acelgas en tu propio espacio.
Preparación del Suelo y Selección del Lugar
Tipos de Suelo Adecuados
Las acelgas prosperan mejor en suelos medianamente arcillosos, profundos y frescos, ricos en materia orgánica. El suelo ideal debe tener un pH cercano a 7.0, aunque pueden tolerar ligeros contenidos de sal. Si el suelo de tu huerto no cumple con estas características, existen estrategias para compensar las carencias.
Se recomienda realizar una labor profunda al suelo y, si se aporta estiércol, aprovechar esa labor para enterrarlo. Posteriormente, realiza un par de labores de cultivador, grada o fresadora, incorporando el abonado de fondo en alguna de esas labores.
Luz y Sombra Óptimas
La luminosidad es esencial para el cultivo de acelgas. Necesitan buena luz diariamente, pero es importante evitar que los rayos del sol sean excesivos o prolongados. Si las cultivas bajo invernadero, la humedad relativa debe estar entre 60% y 90%.
Preparación y Fertilización
Antes del trasplante, realiza una buena preparación del suelo. Aplica 2.5 kg/m² de composta o bocashi después del trasplante para enriquecer el suelo. Durante el crecimiento, las acelgas requieren un suelo rico en nutrientes y un abonado regular.
Puedes utilizar un fertilizante ecológico líquido cada 10 días, rico en nitrógeno y potasio. También puedes incorporar humus puro de lombriz o compost maduro al suelo periódicamente para reforzar el abonado.
Plantación de Acelgas
Métodos de Siembra
Existen dos métodos principales para sembrar acelgas: siembra directa en el huerto o siembra en semillero para luego trasplantar. Ambos métodos son efectivos y dependerán de tus preferencias y condiciones climáticas.
- Siembra Directa: Ideal para climas cálidos y suelos bien preparados. Esparce las semillas en surcos poco profundos, separadas a 2 a 3 cm entre sí. Cubre las semillas con una fina capa de tierra y riega suavemente.
- Siembra en Semillero: Recomendada para climas fríos o si deseas un crecimiento más uniforme. Siembra las semillas en bandejas o macetas con un sustrato liviano y bien drenado, como una mezcla de composta y perlita. Cubre las semillas ligeramente y mantén el sustrato húmedo. Una vez que las plántulas tengan 4 a 6 hojas verdaderas, estarán listas para ser trasplantadas al huerto.
Profundidad y Espacio entre Plantas
Para la siembra directa, las semillas deben enterrarse a 1 a 2 cm de profundidad. Si optas por el trasplante, prepara los hoyos con una profundidad suficiente para acomodar el sistema radicular de las plántulas.
Deja una distancia de 30 a 40 cm entre cada planta y de 60 a 80 cm entre hileras. Esto les proporcionará suficiente espacio para su crecimiento óptimo y facilitará las labores de mantenimiento.
Momento Ideal para Plantar
Las acelgas son una verdura resistente que se puede cultivar tanto en primavera como en otoño. Sin embargo, el momento ideal dependerá de tu ubicación y condiciones climáticas locales.
- Siembra de Primavera: Siembra directa o trasplanta las plántulas cuando la temperatura del suelo alcance los 10 a 15°C, generalmente a partir de marzo o abril.
- Siembra de Otoño: Para una cosecha de invierno, siembra las acelgas directamente o trasplanta las plántulas entre agosto y septiembre, asegurándote de que tengan tiempo para madurar antes de las heladas.
Cuidados Durante el Crecimiento
Riego y Humedad
Las acelgas necesitan un suministro constante de humedad. Riega regularmente después de la siembra y mantén la humedad durante todo su ciclo de crecimiento.
Control de Plagas y Enfermedades
Las acelgas son susceptibles a varias plagas y enfermedades. Utiliza métodos de control biológico y evita los pesticidas químicos durante la floración, ya que pueden ser perjudiciales para los polinizadores. Practica la rotación de cultivos y evita los monocultivos para reducir las plagas y enfermedades de manera natural.
Cosecha y Almacenamiento
Momento de la Cosecha
Las acelgas se pueden cosechar de forma continua, recolectando las hojas una a una en lugar de cortar toda la planta de una vez. De esta manera, disfrutarás de una cosecha prolongada y abundante. Las acelgas estarán listas para su primera cosecha entre 45 y 90 días después de la siembra.
Técnicas de Recolección
- Recolección Hoja a Hoja: Cosecha solo las hojas exteriores y bien desarrolladas, dejando intacto el núcleo central de la planta.
- Corte con Cuchillo: Utiliza un cuchillo afilado para realizar un corte limpio desde dentro hacia afuera, lo más cerca posible del tallo.
- Recolección Manual: Toma la penca de la hoja y tira hacia arriba y hacia fuera en diagonal, separándola del tallo cuidadosamente.
Formas de Conservación
- Refrigeración: Conserva las acelgas frescas en el refrigerador durante 4 a 6 días, envueltas en una bolsa perforada.
- Congelación: Lava y seca las hojas, luego empácalas en porciones individuales o en bolsas herméticas, eliminando el aire. Las acelgas congeladas se mantendrán en buen estado durante 10 a 12 meses.
- Blanqueado: Antes de congelar, blanquea las acelgas sumergiéndolas brevemente en agua hirviendo y luego enfriándolas rápidamente en agua fría.
Conclusión
Cultivar tus propias acelgas no solo te permitirá disfrutar de una verdura nutritiva y deliciosa, sino que también contribuirás a un estilo de vida más sostenible y ecológico. Con los cuidados adecuados, podrás cosechar hojas frescas durante un período prolongado. Sigue los consejos de esta guía y disfruta de los deliciosos sabores y los numerosos beneficios para la salud que esta verdura puede brindar a tu dieta.