Un sistema natural
En la naturaleza, los seres vivos mueren pero su muerte permite a la vez el resurgimiento de la vida. Las plantas y los animales mueren en bosques y praderas y se transforman en composta por la acción del tiempo, el agua, los microorganismos, el sol y el aire, provocando una mejora en la estructura y el contenido de nutrientes del suelo. La agricultura orgánica sigue el ejemplo de la naturaleza.
Las hojas, el pasto, las hierbas, los restos de podas, las arañas, los pájaros, los árboles y las plantas deben ser regresados al suelo y de recircular elementos como el carbono, nitrógeno, magnesio, azufre, calcio, fósforo, potasio, así como los microelementos; todos ellos son necesarios para mantener los ciclos biológicos naturales de la vida. Aún así, muy a menudo en lugar de esto, practicamos una agricultura de tipo extractivo-lineal.
Tres formas naturales del compostaje
- En forma de estiércoles, que son plantas y alimentos animales procesados en el interior del cuerpo de los animales (incluyendo a las lombrices de tierra) y después dejados madurar afuera por el calor de la fermentación. Las lombrices de tierra son especialmente buenas en el proceso de compostaje. Sus desechos son cinco veces más ricos en nitrógeno, dos veces más ricos en calcio intercambiable, siete veces más ricos en fósforo disponible y once veces más ricos en potasio disponible que el suelo en donde viven.
- En forma de plantas y cuerpos de animales que se descomponen sobre y dentro del suelo así como en las pilas de composta.
- En forma de raíces, los pelos radiculares y formas de vida microbiana que pertenecen y se descomponen bajo la superficie del suelo después de la cosecha. Se estiman que una sola planta de centeno, en un buen suelo desarrolla 4.8 kilómetros de pelos radiculares por día, 622 kilómetros de raíces en una temporada, y 10,626 kilómetros de pelos radiculares en cada estación.
Desde un punto de vista cualitativo, algunas personas creen que la composta hecha a base de plantas es cuatro veces mejor que los estiércoles, y que la composta en forma de raíces de plantas (que quedan en el suelo) es dos veces mejor que la composta hecha a base de plantas. Es interesante observar que las raíces (las cuales tienen una relación especial con los microorganismos del suelo y con el suelo mismo) pueden pesar de 45% a 120% del peso de las plantas mismas.