La manera adecuada de usarlos es descomponiendo y neutralizando la capa exterior de los granos, para que nuestros cuerpos se absorban los mejores nutrientes. Aquí es donde entra el remojo.
Cuando no se remojan los granos, nueces, semillas y legumbres contienen anti-nutrientes e inhibidores de enzimas tóxicas conocidos como fitatos (ácido fítico), polifenoles (taninos), y goitrogenos.
Estos inhibidores de enzimas bloquean la absorción de los minerales y nutrientes que están presentes, de esta manera nuestros cuerpos tienen que trabajar tan duro tratando de descomponer esa capa externa y los anti-nutrientes que el cuerpo se fatiga y nos causa trastornos digestivos.
- El remojo activa el proceso de germinación y aumenta la enzima y el contenido de aminoácidos, lo que los hace dos veces más densos como nutriente.
- Se eliminan los taninos.
- Neutraliza los inhibidores enzimáticos.
- Fomenta la producción de enzimas beneficiosas.
- Aumenta las cantidades de vitaminas, especialmente las vitaminas B.
- Descompone el gluten y hace que la digestión sea mucho más fácil.
- Hace que las proteínas estén más fácilmente disponibles para su absorción.
- Previene las deficiencias minerales y la pérdida ósea.
La preparación adecuada es muy sencilla. Sólo se necesita un medio ácido neutralizante como el jugo de limón, vinagre de sidra, bicarbonato de sodio, yogur, o suero de leche para neutralizar los inhibidores de la enzima de los granos, nueces, y las legumbres.
Ejemplo de una preparación adecuada
Frijoles
1 taza de frijoles negros
2 tazas de agua filtrada
1 cucharada de vinagre de sidra o jugo de limón
- Cubre los frijoles con agua tibia y revuelve el jugo de limón o el vinagre de sidra
- Deja en un lugar cálido durante 12-24 horas
- Escurre, enjuaga y coloca en una olla grande – añade suficiente agua para cubrir los frijoles
- Hierve y quita la espuma
- Reduce el calor, cocina a fuego lento durante 4-8 horas
Con salud y cariño,
Vero Villalobos
www.verovillalobos.com