La lavanda es una planta arbustiva perenne originaria de la zona del Mediterráneo. La lavanda tiene unas flores violetas que crecen en espiga muy características y diferenciales de otras flores.
La lavanda es una planta relativamente rústica que puede adaptarse bien a diferentes entornos, por lo que el cultivo de lavanda puede ser una buena opción para personas que comienzan en la jardinería o que tienen poca práctica.
Cómo cultivar lavanda en el jardín, el huerto o en macetas
Siembra y multiplicación de la lavanda: podemos comenzar el cultivo en semilleros protegidos a finales de invierno en zonas con clima frío o bien sembrarla directamente en el huerto o jardín a principios de primavera. Sin embargo, si te encuentras en un clima templado, puedes cultivarla prácticamente durante todo el año. Para multiplicar la lavanda por esquejes, lo haremos preferentemente en otoño y en primavera.
Por su porte arbustivo y dado que la lavanda puede llegar a medir metro y medio de altura, tenlo en cuenta a la hora de planificar el espacio que necesitará la lavanda para crecer bien y tener suficiente espacio, tanto si plantas lavanda directamente en la tierra como si lo haces en macetas o contenedores especializados para agricultura urbana.
Sustrato: La lavanda prefiere suelos más bien secos, no requiere sustratos ricos en materia orgánica, pero sí deben ser sueltos y tener buen drenaje para evitar humedad constante. Regula bien los riegos y no te pases ni con la asiduidad ni con la cantidad de agua. Requiere suelos profundos, por eso, si cultivas esta planta en macetas o mesas de cultivo éstas deben tener mínimo 30 cm de profundidad. Con realizar un abonado con humus de lombriz o similar anualmente es suficiente.
Riego de la lavanda: Es una planta que no necesita de muchos riegos, más bien lo contrario. Es preferible que nos quedemos cortos con el agua porque aguanta bien las sequías a que nos pasemos con el agua.
Luz: Prefiere la exposición directa al sol, aunque también puede estar en semisombra. Se adaptará bien en cualquiera de los dos casos.
Temperatura: Como te decía antes, esta planta es rústica y muy adaptable, como muestra decirte que la lavanda puede sobrevivir a temperaturas de -10ºC. Aunque su temperatura óptima de cultivo está entre los 15 y los 30 ºC.
Poda de la lavanda: Si no la podamos la planta puede crecer demasiado e invadir el espacio de otras plantas. Para mantenerla saludable, favorecer la aireación y mantenerla en una buena forma, podaremos la planta una vez al año, preferentemente en primavera. A lo largo del año podemos retirar las ramas estropeadas o las hojas marchitas.
Cosecha de la lavanda: A partir del segundo año podemos empezar a cosechar las flores del espliego para secarlas o utilizarlas frescas en remedios caseros.
Mi lavanda esta en en una repisa que da a un patio y le da sol por la mañana y mucha luz con que hago la tierra alcalina para mi lavandavesta en maleta.
Antes tendrias que analizar que pH tiene tu suelo, con tiras reacivas de pH, debes tomar un puño de tu tierra ponerla en agua y esa agua medirla con la tira. Si requieres hacerla más alcalina puedes incorporar vinagre o carbonato de sodio.