Las carencias de nitrógeno a menudo limitan el rendimiento de los cultivos, por lo que es muy beneficioso incluir una leguminosa (familia de las Fabáceas) en la asociación.
Muchos expertos han demostrado que la asociación correcta de maíz y leguminosa, con la separación adecuada entre líneas y fechas de siembra, puede incrementar la producción hasta en un 50%.
Los mecanismos que permiten que las plantas se beneficien del nitrógeno son complejos y aún poco conocidos. Se ha observado que el nitrógeno liberado por la muerte parcial de las raíces de las leguminosas es absorbido por las raíces de las plantas acompañantes.
Las micorrizas, una asociación simbiótica entre hongos del suelo y raíces de plantas, también juegan un papel importante. El nitrógeno aportado por una leguminosa a la planta acompañante puede representar cerca del 50% del total de nitrógeno absorbido por esta.
Importancia del Nitrógeno en las Plantas
El nitrógeno es un macronutriente esencial para el crecimiento y desarrollo de cualquier cultivo. Aunque el suelo contiene nitrógeno en forma orgánica y mineral, las cantidades disponibles no suelen ser suficientes para suplir las necesidades de las plantas cultivadas, lo que hace necesario el uso de fertilizantes nitrogenados.
El nitrógeno es parte fundamental de las proteínas, enzimas y la clorofila, siendo vital en la síntesis de proteínas y la fotosíntesis. Además, acelera la división celular y la elongación de las raíces. Una planta que carece de nitrógeno no puede completar los procesos metabólicos esenciales para su desarrollo.
Rol de las Leguminosas en la Fijación de Nitrógeno
Las leguminosas tienen la capacidad única de fijar el nitrógeno atmosférico gracias a una simbiosis con bacterias del género Rhizobium que se alojan en sus raíces. Estas bacterias convierten el nitrógeno del aire en una forma que las plantas pueden absorber y utilizar. Esta habilidad no solo beneficia a la leguminosa, sino también a las plantas que se cultivan junto a ellas.
Micorrizas y su Contribución
Las micorrizas no solo ayudan en la absorción de nitrógeno, sino también en la absorción de otros nutrientes y agua, mejorando la resistencia de las plantas a condiciones adversas. Esta simbiosis aumenta la superficie efectiva de las raíces, permitiendo a las plantas acceder a más recursos en el suelo.
Conclusión
El manejo adecuado del nitrógeno en los cultivos es crucial para maximizar el rendimiento y la salud de las plantas. La integración de leguminosas y el uso de micorrizas son estrategias efectivas para mejorar la disponibilidad de nitrógeno y, en consecuencia, la productividad agrícola. Estas prácticas, junto con la aplicación de fertilizantes adecuados, aseguran que las plantas reciban los nutrientes necesarios para un crecimiento óptimo.